WILD ANIMALS - The Hoax - LP

La fiesta y resaca del celebrado primer LP de Wild Animals, “Basements: Music to fight hypocrisy” (2016), ha durado dos años en los que el power trío afincado en Madrid ha ido conquistando a un público cada vez más extenso e internacional apoyándose en el circuito underground, el DIY y, en definitiva, haciendo honor al título de ese álbum. Ahora, los conciertos ya se pueden contar por centenares y el grupo ya suma dos giras por Europa, dos por el Reino Unido y otra en Japón. Cifras que demuestran que a Fon, Paula y Jamie no les faltan energías a la hora de coger la furgoneta y salir a tocar. En especial este último, Jamie, que a la vez mantiene otro proyecto musical también muy activo, Jamie 4 President, confirmando su talento por sacar riffs con la guitarra y melodías que lleguen al corazón. La nueva muestra de hiperactividad de Wild Animals es “The Hoax” (2018), otras diez canciones extraordinarias escritas a seis manos, llenas de historias personales con miradas abiertas y críticas, sentimientos de nostalgia, brindis a la amistad, y con melodías y combustión a partes iguales. Un ideario y una estética (han vuelto a confiar en el ilustrador Manu Griñón para la portada) que a estas alturas ya se ha consagrado como una fuerte seña de identidad de la banda. El disco abre con un hit en toda regla, “Lost in translation”, repasando aventuras de giras. La nostalgia se apodera también del segundo corte, “Science-fiction”, añadiendo una crítica al peligroso poder de aislamiento que conllevan los smartphones y las redes sociales. El disco sigue con “Interrupted girl”, un grito de guerra por la normalización de la libertad sexual, a ritmo folk-punk. Y así podríamos seguir hasta el último tema de una banda, posicionada ante la sociedad, que vive experiencias y que cuenta historias de una forma entrañable, siempre en la búsqueda y la preservación de aquello que es auténtico, real y compartido, dentro de un mundo cada vez más tecnificado, manipulado e individualista. A nivel musical, los ecos a Superchunk, Sugar o Dinosaur Jr. siguen ahí pero, en realidad, lo que pesa es la personalidad del sonido de Wild Animals, cada vez más cultivado, sucio y cristalino a partes iguales, y lleno de matices, con unas canciones ya de por si redondas. Y en este sentido, se nota la mano de su productor, Santi Garcia, para conformar un sonido único, disco tras disco, esta vez combinando la acústica de una masía catalana (Cal Pau Recordings), para la batería, con su reputado estudio, Ultramarinos Costa Brava, para el resto.